miércoles, 30 de septiembre de 2009

LA RECUPERACION DEL PENSAMIENTO REFLEXIVO

Lic. Alicia Zanghellini
Decana Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata
Funes 3280 – Cuerpo V – Nivel III – Complejo Universitario – ( 7600) Mar del Plata
psico@mdp.edu.ar - zanghell@mdp.edu.ar

LA RECUPERACION DEL PENSAMIENTO REFLEXIVO
EN LA FORMACIÓN UNIVERSITARIA

Dentro de las temáticas a pensar en Educación Superior se incluye los procesos de formación.
Dichos procesos aluden a diferentes objetivos de la formación: de habilidades para la profesión y para la investigación, de identidad profesional, de formación de la persona y del ciudadano.
Para contribuir a pensar en diferentes modalidades de abordaje a los procesos formativos es que deseo compartir una experiencia inédita y única (hasta el momento) en una Facultad de Psicología de Universidad Pública en nuestro país: Grupos de reflexión para el aprendizaje de la psicología, de ahora en adelante G.R.A.P.
Se crearon con la re-apertura de la carrera de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata en el año 1986, como un espacio para pensar en grupo.
Fue todo un desafío democrático que respondió abiertamente a la prohibición de agruparse y de pensar implantada por la dictadura militar al cierre de la carrera en 1976.
Desde sus inicios hasta la actualidad sufrió innumerables modificaciones: de objetivos, de encuadre, de relaciones con la institución y con el plan de estudios, de docentes, de estructura para su funcionamiento, de posiciones teóricas. Pero se ha mantenido su esencia: pensar en grupo. Así la institución otorga al alumno un ámbito de reflexión sobre la problemática implicada en la enseñanza y el aprendizaje de la Psicología, y al mismo tiempo ofrece un espacio de práctica sostenida, de participación e intervención grupal.
La definimos como una experiencia formativa vivencial, donde el aprendizaje se da desde lo efectivamente vivido por el alumno en el aquí y ahora grupal.
Dice Marta Souto: “El acto pedagógico articula lo social con lo individual, lo pasado con lo presente y lo futuro; lo conocido con lo desconocido; lo pensado con lo sentido y actuado”.

Es entonces una instancia donde el alumno puede verse como sujeto individual, como sujeto en interrelación con los otros del grupo, como sujeto en un grupo inserto en una Institución y a su vez atravesado por el macro-contexto social.
A su vez le permite hacer experiencia en el campo grupal, percibiendo sus problemáticas y reconociendo sus atravesamientos.
Los grupos de reflexión se piensan como recurso para pensar y pensarse.
Es un espacio que intenta afianzar la identidad de rol del alumno en su tránsito como estudiante de psicología, preparándolo para el rol profesional.
Esta experiencia se alimenta y construye a partir de los alumnos que participan con sus subjetividades y con los diferentes conocimientos que van adquiriendo en su tránsito por las numerosas asignaturas que van cursando; los coordinadores, con su experiencia y basamento teórico; la Institución desde sus diferentes ámbitos, proyectos, códigos y normativas; la realidad en su totalidad que sirve de contenido para la reflexión.
Se busca favorecer una actitud crítica, que comprende al propio pensar.
Dice L. Hornstein “Todo discurso teórico que tienda a confirmar la ilusión de que lo que se tiene que pensar sobre un objeto y sobre este objeto ya fue pensado de una vez y para siempre, convierte al pensamiento en un eco mortífero. El dogmatismo es alienante, ya que sustituye la pulsión de saber, por el anhelo de albergar lo ya pensado por otro, consumando un deseo de muerte que concierne al pensamiento. Tánatos convierte al pensamiento en una pura repetición”
El saber crítico comienza con el cuestionamiento del discurso del maestro.
Implica un proceso de apropiación de ese saber y el derecho de alguien a ejercer la crítica. Implica el derecho a elegir entre diferentes alternativas y a imaginar situaciones diferentes a las instituidas. No es un proceso que se de naturalmente sino que plantea la necesidad de generar las condiciones que permitan instalar la capacidad receptiva y de apropiación del saber.
En los últimos años la Universidad se ha ido sometiendo a la lógica del mercado y así el saber fue respondiendo más a la producción, a la transitoriedad del mercado del trabajo y dejó de ser un fin en sí mismo.
Sostengo la necesidad de retornar a una Universidad autónoma, productora de un saber crítico e innovador, portadora y reproductora de cultura.
Un grupo no es sólo un número determinado de personas agrupadas, sino que es un campo de problemáticas donde cada acontecimiento genera múltiples sentidos dando lugar a un plus que excede la posibilidad de significación. El grupo en tanto representación común, es espacio de intimidad ya que en su seno se produce una elaboración subjetiva, pero a la vez es público en tanto se inscribe en una institución.
Es necesario recuperar la función social de la Universidad y en ese sentido los G.R.A.P. contribuyen a la formación de un profesional dotado de criticidad respecto de su rol profesional, crítico respecto de si mismo, de sus posibilidades y limitaciones; éticamente comprometido con la realidad; con habilidades y sensibilidad para evaluar y modificar la realidad social, percibiéndose como prestador de servicio social; un profesional respetuoso del disenso.

Como persona y ciudadano intentamos tender a una formación en la tolerancia y el respeto por los otros y las diferencias, propiciando la participación y la posibilidad de generar proyectos.
Para ello se hace necesario trabajar en lo que algunos autores llaman la destitución de subjetividades instituidas.
Es fundamental propiciar el análisis de la implicación, que plantea una concepción de sujeto productor y producido por los vaivenes de la institución histórico-social; el análisis de la dimensión institucional, en tanto análisis político, de lo impensado y lo impensable de las prácticas grupales.
Así, nuestro trabajo en y con los grupos es el análisis de las personas, de las interacciones del grupo, de la institución, de la realidad político-social.
Considero sumamente pertinente este dispositivo en el espacio educativo, teniendo en cuenta el sufrimiento psíquico que acompaña a toda relación pedagógica, derivado del conflicto de intereses que se plantea entre los diferentes actores y demandas institucionales.
Lo fundamental del dispositivo es la reflexión y ésta se logra cuando el pensamiento se vuelve sobre sí mismo y se interroga no sólo sobre sus contenidos particulares, sino sobre sus presupuestos y fundamentos. Así se pone en cuestión no sólo lo pensado sino también las significaciones desde las cuales se piensa.
Se necesitan nuevas categorías de pensamiento para enfrentar y resolver nuevos problemas, debemos tender a transformar lo dado, esto es, las significaciones, las tramas institucionales, y las subjetividades que se ponen en juego.
Propiciamos la mirada hacia las diferentes contingencias personales, culturales, sociales, históricas e institucionales que nos han determinado en lo que somos, hacemos y pensamos, es lo que no podemos ser, hacer o pensar.
En el plano pedagógico la didáctica básica es la de promover habilidades, modificar actitudes y producir conocimiento acerca de los funcionamientos grupales en una institución educativa universitaria.
Se considera que el grupo potencia la posibilidad de aprendizaje.
Aprendizaje como incorporación de nuevos conocimientos a los ya adquiridos, que sólo puede darse cuando se establecen relaciones, articulaciones con conceptos previos, que pueden funcionar a modo de base o piso que sustente la complejización de la estructura de pensamiento, o bien, puede producirse una ruptura que permita el reemplazo por nuevos conceptos y el armado de una nueva estructura.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje están en juego procesos simbólicos secundarios que determinan la transmisión voluntaria de determinados contenidos teóricos, pero también se movilizan procesos primarios inconscientes.
Por lo tanto es difícil comprender los fenómenos psíquicos objeto de estudio de la psicología sin implicarse personalmente en situaciones donde éstos se movilizan y donde puede explicitarse su dinámica.
Es posible el aprendizaje de contenidos específicos sin atribuirles ninguna significación, lo cual implica una memorización mecánica de tales contenidos. Así el alumno puede repetirlos o usarlos automáticamente sin comprender lo que uno dice o hace.

La propuesta implícita en los G.R.A.P. se orienta hacia un cambio de la estructura de comunicación en el acto educativo: el reemplazo de un esquema dual, vertical por otro que opere sobre una realidad interacciones horizontales, entre los alumnos, en un espacio propicio para la expresión espontánea, la creación, exploración y construcción y confrontación de posturas diferentes.
Así se incluyen cuatro niveles de G.R.A.P. en la currícula, uno por año y de cursada anual.
Se va produciendo un proceso gradual.
A partir de la experiencia de todos estos años y articulados con los objetivos, se puede hacer un corte por año de los logros posibles y la articulación con el resto de la currícula.

Primer año: surge la necesidad de inserción en la Institución, el intercambio con otros, la creación de nuevos vínculos, la adaptación al nuevo sistema totalmente diferente al del secundario, introduciendo una nueva modalidad de aprendizaje, incertidumbre en los alumnos.
Se produce un primer momento de desorientación y se plantea la necesidad de reconocimiento del nuevo espacio, y poco a poco, el reconocimiento de los espacios institucionales.
Introducción al trabajo en grupos y las ansiedades que despierta.

Qué y para qué del G.R.A.P.
Importancia y reconocimiento del encuadre.
Exposición de ideas con claridad a fin de que los otros entiendan.
Posibilidad de escuchar al otro.
Por qué de la elección de la carrera.
Diferentes procedencias. Arraigos y desarraigos. Duelo por lo perdido.

En relación a las materias que cursan en este primer año se ven contenidos de las Ciencias básicas de la Psicología, tratando de hacer un recorrido por las diferentes disciplinas que estudian al Hombre desde distintas perspectivas.
Son todos contenidos que producen una importante movilización en el alumno y que intentan producir rupturas para generar actitudes que propendan a la producción de nuevos conocimientos.
La temática en GRAP I oscila entre contenidos teóricos y la propia condición subjetiva. Es un ida y vuelta entre el sujeto social y el individuo, entre el individuo y el grupo, el individuo y la Institución, entre los orígenes y la historia, y el futuro (ser psicólogo).

Segundo año:
Valoración del encuadre.
Posibilidad de hacer acuerdos grupales que impliquen normas propias de funcionamiento.
Reflexión acerca de las transgresiones del encuadre.
Apropiación de los espacios institucionales.
Preocupación por la tarea de reflexión.
Inquietud por comprender qué es un grupo y los movimientos que en él se dan.

En las materias de este segundo año comienzan a introducirse más en la psicología y hacen un recorrido por la opciones conceptuales ( Sistemas Psicológicos Contemporáneos), ven al ser humano en todo el desarrollo de su psiquismo a lo largo de la vida, las determinaciones neurológicas, estrategias de investigación que permitan rendir cuanti y cualitativamente los procesos a ser estudiados, el psiquismo humano desde el psicoanálisis y una primera
aproximación a los grupos, liderazgos, conflicto, campo social, relaciones de poder, con una mirada macro hacia toda Latinoamérica.
Todo esto les permite tener una mirada diferente sobre el grupo y les da elementos para empezar a pensar que una situación puede estar determinada por contenidos que no están a la vista y que pueden generar diferentes sentidos. También empiezan a pensar que un grupo no es sólo una sumatoria de personas y que hay distintos roles que se juegan.

Tercer año:
Comprensión de qué es un GRAP.
Discriminación entre GRAP y grupo terapéutico.
Comprensión de la necesidad de la mirada hacia adentro como parte de la formación.
Mitad de la carrera: angustia por la toma de decisión acerca de si continuar o no. Condiciones para ser psicólogo.
Mayor capacidad de análisis y síntesis.
Aparece un pensamiento más crítico y argumentativo.
Mayor preocupación por lograr cierta transferencia de conocimientos.
Mayor abstracción del pensamiento.
Reflexión acerca de la ética como estudiante y la ética como futuro profesional.
Hay un intento de conceptualizar la vivencia.
Significación y valor del encuadre; el coordinador como sostenedor.
Posibilidad de incorporar otro plano más allá del manifiesto para la lectura de una situación.
Reflexión acerca de las diferencias y lo que esto implica.

En tercero ven el qué y el cómo del aprendizaje, actualización de los últimos desarrollos en psicología, diferentes teorizaciones en psicoanálisis y cognitivismo.
Comienzan a cursar materias más específicas que los lleva a un replanteo muy serio de su capacidad para ser psicólogos.
También cursan Psicología Social que luego con Psicología de los Grupos en el segundo cuatrimestre otorgan la teoría para empezar a comprender y conceptualizar situaciones jugadas en los GRAP. Se ve cierta comprensión de los fenómenos grupales.
Con la cursada de materias más específicas, es esperable que se empiecen a preguntar por el rol del psicólogo, las dificultades que esto conlleva.

Cuarto año:
Aceptación del disenso.
Respeto del encuadre.
Comprensión de la importancia de la formación para el futuro rol profesional y qué implica formación para cada uno.
Fomentar la creatividad a partir del ensayo de diferentes lecturas de una misma situación.
Comprensión de la dinámica grupal.
Corrimiento de un pensamiento omnipotente y reconocimiento de las verdaderas posibilidades.
Reflexión acerca de los modelos profesionales que van incorporando, como así también de las diferentes líneas teóricas.
Se piensa acerca de los ámbitos de trabajo: Clínica, Jurídica,
Educacional y Laboral. Se plantean la necesidad de abordajes comunitarios e interdisciplinarios (perfil curricular)
Cuestionamiento acerca de un posicionamiento ético.

Se piensa sobre las expectativas iniciales y sus transformaciones. La visión actual de la profesión. Se trabaja sobre la necesidad de tener un posicionamiento crítico.
La pregunta básica es qué hacen y cómo lo hacen; cómo cada uno se posiciona en relación a los demás, cuáles son los fenómenos que el estar juntos produce, y cuál es el efecto que esto causa en el individuo, todo enmarcado en el macro-contexto institucional y social.
Cada grupo se reúne con un docente-coordinador que será el responsable de velar por el cumplimiento del encuadre y guiará a los participantes hacia la concreción de la tarea.
Como dice Edgar Morin:
“La reforma de la Universidad no debería conformarse con una democratización de la enseñanza universitaria y con la generalización del estado de estudiante.
Se trata de una reforma que concierne a nuestra aptitud para organizar el conocimiento, es decir, para pensar “.

No hay comentarios:

Publicar un comentario